Según el estudio Tendencias de alimentación en Barcelona, presentado por Nutricare, la capital catalana es la ciudad en la que se consumen más calorías. Tal y como se apunta en los resultados de la investigación, cada barcelonés ingiere al año 729,4 kilos de alimentos, lo que supone tomar 136 kilos más de lo necesario. Un aporte extra de calorías que favorece un mayor índice de obesidad y supone un gasto añadido para los habitantes.

Más en concreto, el estudio señala que los barceloneses consumen poca fibra, calcio y vitaminas, sustituyéndolos por una mayor ingesta de carne y azúcares simples ocultos. Una tendencia que ha llevado, según Nutricare, a registrar en Barcelona “una pirámide de la alimentación ligeramente inclinada”.

Y es que, advierten, cada habitante consume diariamente mucho menos de los 25 gramos necesarios de fibra, debido a que se toman un 61 por ciento menos de verduras y hortalizas y un 46 por ciento menos de legumbres. Asimismo, también ha llamado la atención el bajo consumo de frutas (88 kilos por persona y año cuando lo recomendado es 110 kilos), y de leche y derivados (115 litros frente a los 164 litros recomendados).

Por otro lado, entre los alimentos que los barceloneses consumen por encima de la media recomendada destacan los 24 kilos de carne al año, los 13 kilos de embutido al año, los 13 litros por año de néctares y zumos comerciales con azúcares, y los más de 16 kilos anuales de bollería y pastelería.