La Pastisseria Barcelona de Josep Maria Rodríguez y Ana Jarquín ha cambiado de imagen. Tras 13 años de actividad, pensaron que era el momento de ofrecer un look más actual y conectar más con el público actual, sin perder su esencia, tal como ellos mismos nos explican en DPAS 515.
Al entrar, el cliente ahora se encuentra un espacio blanco, con cantos redondeados y que exhibe el producto longitudinalmente a la derecha, mientras que en el otro bando se distribuyen las mesas del salón de degustación. Pasados unos metros se abre un mostrador de atención al cliente y un distribuidor rodeado de toda la exposición del producto de impulso, a base de chocolate, pastas de té y snacks dulces. Al fondo, queda el espacio de cafetería y otro pequeño salón decorado en tonos granates. La reforma, efectuada por el estudio Diedric Design, ha sido un acierto.
Analizamos a continuación los cuatro puntos clave de la nueva La Pastisseria Barcelona. ¡Toma nota!
Cambio de color: del negro al blanco
La tienda anterior, totalmente en negro, pasaba más desapercibida desde la calle, así que hacía falta, después de 13 años, reivindicar la singularidad de esta pastelería y reconectar con el entorno.
Ahora el espacio es totalmente blanco, de forma que se da más protagonismo a las vitrinas de pasteles, individuales y bollería.
“Hemos cambiado de imagen, pero no de receta. Con el cambio buscábamos mantener nuestra esencia desde un ‘feel and look’ más actual y moderno. Queríamos un espacio luminoso, pasamos del negro al blanco para dar frescura al ambiente y sobre todo donde el producto fuera el protagonista con sus colores, formas y texturas”.
Iluminación pensada y líneas curvas
Hay dos elementos de la reforma que tienen un papel importante. Por un lado, la iluminación pensada para resaltar el producto y, por otro lado, las líneas curvas en todos los acabados de vitrinas, mesas, y sillas.
“Todo se inspira en lo artesano de nuestro oficio, para que todos los sentidos se activen al entrar a la nueva tienda”.
La tarta y el pastel individual siguen siendo los productos estrella
Hay una carta con los clásicos consolidados que se mantiene todo el año. En su top 5 está la cereza individual, el Pacaya, la rosa de los vientos y los individuales de queso, mojito y puro chocolate.
“Buscamos un equilibrio, que siempre haya sabores de frutas, ácidos, luego sabores más golosos, torrefactos... Siempre hay unas seis referencias, y según la estación vamos cambiando. Y también se produce que por ejemplo al entrar en primavera, ya hay gente que espera otros pasteles nuevos de esa estación”.
Más espacio para el producto de impulso
Cuentan con mayor espacio para el producto de impulso y una porción considerable de la vitrina está dedicada a la nueva bollería de autor que se parece al pastel, ya que incluye toda clase de rellenos y glaseados.
“Hemos apostado por ampliar la gama de chocolate y también potenciamos familia de bollería. Las piezas nuevas de bollería llevan más texturas y están más elaboradas, y las hemos enfocado como hacemos con el pastel individual, dándoles su propio protagonismo. Y todo muy fresco”.
Descubre entrevista y estas creaciones de La Pastisseria Barcelona en DPAS 515