La llegada de la inteligencia artificial (IA) está marcando un punto de inflexión en la sociedad, cambiando hábitos, generando debates y sentimientos encontrados.
La heladería comienza a notar con fuerza su impacto directo. ¿Pero hasta qué punto la transformará y provocará cambios profundos en el día a día del heladero? ¿Podría renovar por completo el mundo del helado? Aunque su uso todavía no está generalizado en el sector, cada vez más heladeros exploran sus aplicaciones prácticas y creativas, desde la gestión de inventarios hasta el diseño de sabores innovadores.
Profesionales como Felipe Zúñiga, Jesús Valdés, Tiago Augusto Barbosa y Yon Gallardo ya han integrado esta tecnología en sus rutinas profesionales.
¡En Arte Heladero 221 nos explican sus experiencias!
Felipe Zúñiga, técnico heladero, asesor y especialista en maquinaria para heladería / Colombia
“La IA está redefiniendo el perfil del artesano moderno”
En mi trabajo, utilizo la IA principalmente para redactar procesos estandarizados, elaborar documentos técnicos, planes de negocio y organizar información de manera eficiente. Entre las herramientas más destacadas en heladería, resalto Freya, un asistente de formulación con un gran potencial gracias a su capacidad de cálculo y una base de datos extraordinaria.
También he observado avances en la formación profesional, como el caso de Cast Alimenti en Italia, que ha desarrollado un asistente basado en IA para apoyar a sus estudiantes mediante contenidos educativos personalizados.
A nivel comercial, aunque aún hay margen de mejora, ya estamos viendo asistentes virtuales que ahorran tiempo y herramientas de copywriting que permiten una integración más ágil con el público.
Jesús Valdés, gerente de Diego Verdú / Oviedo
“Hago fotos a la nevera o almacén, y me ayuda a calcular lo que falta o lo que debería pedir”
Empecé a usar ChatGPT con la intención de agilizar tareas que me daban pereza, como redactar fichas técnicas y etiquetas. Poco a poco, y con ayuda de amigos expertos, fui aprendiendo a “educarlo” como si fuese un aprendiz en el obrador, dándole recetas, explicaciones por voz, y muchos datos técnicos.
Hoy en día me genera fichas técnicas completas y bien organizadas, incluso con infomación nutricional y etiquetado correcto. Le he intentado enseñar a formular helados, y aunque no siempre lo logra, en recetas sencillas como chocolate o avellana, se defiende bastante bien.
También he experimentado con el control de inventarios: hago fotos a la nevera o almacén, y te ayuda a calcular lo que falta o lo que debería pedir. Acierta bastante, aunque en contextos más complejos se confunde.
Tiago Augusto Barbosa, propietario de las heladerías Único y Fresco, y la pastelería Minnà / Lyon
“La IA ha aprendido nuestro estilo y ahora responde incluso a los comentarios de Google y Facebook de manera autónoma”
En nuestra heladería, notamos que nuestras ventas subían un 10-12% todos los días que hacemos publicaciones en redes sociales. Esto convirtió el trabajo de redes en una necesidad diaria. Como gestionamos tres cuentas (Único, Fresco y Minnà), nuestra responsable dedicaba casi una hora diaria a crear contenido, programar publicaciones y responder comentarios.
Hace un año, descubrimos una plataforma de inteligencia artificial que nos ayudó a automatizar todo el proceso. Cargamos las fotos y vídeos, y la herramienta sugiere los mejores momentos para para publicar según el comportamiento de nuestra audiencia. Con el tiempo, la IA ha aprendido nuestro estilo y ahora responde incluso a los comentarios de Google y Facebook de forma autónoma.
Yon Gallardo, propietario de la heladería Yon Gallardo / Irún
“Puede generar formulaciones específicas según parámetros de sabor, coste y técnica”
Llevo un par de años explorando las posibilidades de la inteligencia artificial, sobre todo con ChatGPT, y me parece una herramienta increíblemente versátil. Lo utilizo como un asistente personal para múltiples tareas, desde interpretar textos legales hasta idear combinaciones de sabores a través de técnicas de food pairing.
Un aspecto clave es saber darle un contexto y un rol técnico, por ejemplo, pedirle que actúe como experto en bioquímica al momento de formular helados. Así obtengo respuestas más especializadas. También le hago preguntas para evaluar si comprende bien conceptos como PAC, POD, sólidos totales, o proteínas funcionales. Si no lo hace, la corrijo, y con el tiempo aprende.
Lo más impresionante es que, una vez entrenada, puede generar formulaciones específicas según parámetros de sabor, coste y técnica.
Descubre el artículo completo en AH 221, donde los creativos especialistas en IA Ramón Castillo y Mohammad Seymari exploran sus posibilidades estéticas y culturales