Arqdeco Creative Projects , cofundado por José Luis Hernández, José Manuel Muñoz y Ángel Vicente Conejero, es uno de los estudios de referencia en interiorismo de heladerías en España. En Alicante han hecho realidad proyectos tan exigentes como los de Rubén Álvarez (Esneu) o Migué Señoris (Gelática Ice Concept) , entre otros muchos. Su implicación en este campo ha sido tan profunda que diferentes medios les han apodado como “The Ice Cream Makers”. Una trayectoria que arrancó con la heladería de José Manuel Marcos Candela, Candela Gelateria , en 2018.

Hablamos con uno de sus tres socios fundadores, José Luis Hernández, quien reflexiona sobre por qué las heladerías de Alicante son tan diferentes a las del resto de España y qué papel juega el interiorismo en esta “clara evolución hacia espacios más abiertos, acogedores y versátiles”. ¡Lee la entrevista completa en AH 221!

¿En España, cuándo se empieza a notar un cambio en la profesionalización del interiorismo en las heladerías?

Creemos que a partir de 2015 comienza a notarse un cambio importante. Empieza a haber una mayor conciencia de que el diseño del espacio es una herramienta clave para diferenciarse en un mercado saturado. Ya no se trata solo de ofrecer un buen producto, sino de crear una experiencia completa, coherente con la marca y con el estilo de vida del cliente. Desde entonces, el diseño ha pasado de ser un valor añadido a ser un elemento estratégico.

¿Existe algún establecimiento o heladería cuyo diseño de interiorismo haya sido un referente o especialmente influyente en el sector

Nosotros no nos guiamos por tendencias para ni en proyectos ya ejecutados. Nuestra máxima primero es conocer al cliente, su vida, su esencia y su modelo de negocio, que nos cuente su trayectoria y sus ilusiones, de ese modo intentamos conectar con él para diseñar un proyecto único y que transmita su pasión y su ilusión. Cada cliente es único, con lo que cada local debe ser único. Uno de nuestros lemas desde nuestros inicios fue: no sigas las tendencias sino créalas. No diseñamos locales, creamos experiencias que reflejan identidades.

Equipo-arqdeco

¿Cuáles son los aspectos más relevantes de la evolución del interiorismo en heladerías en la zona de Levante?

En Levante, hemos visto una clara evolución hacia espacios más abiertos, acogedores y versátiles. La zona de degustación ha ganado protagonismo, se cuidan mucho más los recorridos, la iluminación y el diseño gráfico como parte integral del espacio. También ha crecido el interés por integrar tecnología y sostenibilidad en el diseño. Cada vez se busca más crear espacios que inviten a quedarse, a compartir y fotografiar, algo clave en la era digital.

¿Cuáles son los principales desafíos a la hora de diseñar una heladería?

Uno de los mayores retos con los que nos encontramos es esa desconexión inicial entre la idea de negocio y la realidad del espacio. Muchos clientes llegan con una visión algo difusa, saben que quieren montar algo increíble, pero no tienen claro ni qué quieren transmitir ni cómo diferenciarse. Ahí es donde entramos nosotros, como traductores de sueños: escuchamos, preguntamos, investigamos… y casi hacemos terapia empresarial.

Nuestro trabajo consiste en recopilar toda esa esencia, su historia, sus valores, sus ganas, y transformarla en un espacio que hable por sí solo, que destaque el producto y ofrezca una experiencia tan buena que el cliente no solo quiera volver… sino contárselo al mundo.

También nos topamos con algunos 'pequeños grandes detalles' que se suelen pasar por alto: flujos de trabajo, ventilación, normativas, eficiencia energética… Cosas menos glamurosas, pero absolutamente claves. Por eso, además de diseñar bonito, ayudamos a aterrizar las ideas con una visión estratégica y técnica que convierte la inspiración en un negocio real y funcional.

El verdadero reto del diseño no es que un espacio se vea bonito o que funcione bien. No. El verdadero arte está en conseguirlas dos cosas… al mismo tiempo

¿Qué es más difícil conseguir en un proyecto de interiorismo, que sea funcional o que tenga personalidad?

El verdadero reto del diseño no es que un espacio se vea bonito o que funcione bien. No. El verdadero arte está en conseguirlas dos cosas… al mismo tiempo. Porque claro, hacer un local super funcional, donde todo está medido al milímetro, es relativamente fácil (pero suele acabar pareciendo una sala de espera de dentista). Por otro lado, crear un espacio con mucha personalidad, lleno de estilo y 'efecto wow', también es posible… aunque luego no sepas ni dónde poner la cafetera sin tropezar con una lámpara de diseño.

El equilibrio es la clave. Conseguir que el espacio hable de ti, de tu producto, de tu marca… sin que por ello el personal tenga que hacer malabares para trabajar, o que el cliente se pierda buscando la salida. Ese equilibrio mágico entre estética y funcionalidad es lo que convierte un diseño en un buen proyecto. Y cuando lo logramos, no solo se nota: se vive. Eso, y que tu clientela se haga selfies en cada rincón, claro.

Candela Gelateria de José Manuel Marcos Candela fue su primer proyecto heladero

¿Qué importancia puede tener el interiorismo en la viabilidad de un negocio?¿Qué puede representar para una heladería en términos de facturación?

El interiorismo no es solo cuestión de buen gusto y cojines bonitos. Es puro poder comercial con forma de espacio. Un buen diseño atrae, engancha y hace que el cliente no solo entre… sino que quiera quedarse, volver y recomendar hasta a su peor enemigo. ¿Y por qué? Porque el diseño cuenta historias, construye marca y te hace diferente del montón. No es lo mismo vender helado que vender la experiencia de tomarse un helado en un sitio donde todo grita ‘ven y quédate un rato más’. Y sí, lo hemos visto con nuestros propios ojos: reformas bien pensadas que han subido el tráfico y las ventas hasta un 30 o 40%. ¿Magia? No. Estrategia con estética. Así que no, el diseño no es un capricho caro. Es una inversión inteligente que, si se hace bien, se paga sola... y hasta con intereses.

En Levante, las heladerías no son solo puntos de venta: son puntos de encuentro, casi templos sociales donde el ritual del helado se toma muy en serio

En una reciente ruta por heladerías de Alicante y el Levante en general, nos ha llamado la atención la vitalidad y el dinamismo de la zona de degustación delas heladerías. ¿Por qué prospera tanto el modelo de locales con espacio de degustación en vuestra zona?

En Levante, no solo se toma helado… se vive el helado. Aquí el clima, la cultura y ese bendito estilo de vida mediterráneo invitan a saborear las cosas con calma, a compartir, a charlar y, por qué no, a repetir y probar otro sabor. Las heladerías no son solo puntos de venta: son puntos de encuentro, casi templos sociales donde el ritual del helado se toma muy en serio. Por eso, diseñar una zona de degustación que sea atractiva, cómoda y funcional no es un extra, es ley. Porque aquí la gente no viene solo a comprar un cucurucho y salir corriendo; viene a sentarse, a mirar, a comentar si el de pistacho está más cremoso que el del verano pasado. Y claro, eso se nota. Estos espacios están vivos, rebosan ambiente y conversación, a diferencia de otras zonas de España donde el consumo es más de paso… tipo 'dame el helado y déjame correr'. Aquí no. Aquí, si el diseño no invita a quedarse, el público se va a otro sitio que sí lo haga.