IDEAL Centre d’Arts Digitals Barcelona ha vuelto a colaborar con Irene Iborra, propietaria de Mamá Heladera, para la inauguración de una nueva exposición: Leonardo versus Michelangelo. Una muestra en la que, a través de una experiencia inmersiva, el visitante puede descubrir y escoger cuál de estos dos artistas universales del Renacimiento es su preferido.
El trabajo de Irene ha consistido en crear dos sabores italianos inspirados en estos dos genios, que se pueden degustar en su heladería. Para lograrlo, investigó a fondo cómo eran ambos a nivel personal. “Leonardo era muy social, le encantaba la buena vida y los dulces. En cambio, Michelangelo era más solitario, austero y profundamente religioso”, explica.
A partir de aquí, la chef decidió utilizar dulces de época para el helado de Leonardo: miel de mil flores, agua de rosas, frambuesas y fruta confitada (concretamente piel de limón). La inspiración vino del “Codex Atlanticus y Codex Arundel, donde Leonardo mezcla observaciones naturales, inventos culinarios, menciones a alimentos y banquetes. Aunque no habla de confiteros directamente, sí hace comparaciones constantes entre oficios y arte. Y en el Codex Romanoff menciona sus reflexiones sobre olores y perfumes, que conectan con los sabores florales”, prosigue.
En el caso de Michelangelo, Irene presentó un sorbete de higos, manzana y espirulina azul. “Comía muy poco. Se sabe que a veces subsistía con pan seco, vino y frutas. He escogido los símbolos del pecado presentes en su obra: manzana e higos. El higo, además, es una de las frutas comunes en su dieta como alimento básico y simbólico”, añade.
El punto de partida tanto de la exposición como de los helados de Irene es el desafío histórico que en el año 1503 enfrentó a ambos genios del Renacimiento, cuando se les encargó pintar un mural a cada uno en la Sala de los Quinientos del Palacio Viejo de Florencia, y ninguno lo pudo acabar.