¿Imaginas un helado con sabor a churros que te teletransporte a una fiesta mayor de barrio? ¿Entrar de lleno en la primavera/verano con un sorbete de cereza muy aromático? ¿Sentir mucha tristeza o viajar a Chile o Colombia con un solo mordisco?
En AH 220 presentamos helados acompañados de una buena historia. Y es que las historias no sólo aportan identidad, sino que también conectan emocionalmente con los clientes.
Compartimos a continuación algunos ejemplos. Y si te sabe a poco, no te pierdas este ranking.
Es fiesta mayor de Irene Iborra. Sin churros no hay feria
Poblenou es una de las zonas más de moda en Barcelona y cuenta con Mamá Heladera, una heladería donde Irene Iborra mantiene viva la memoria colectiva de este barrio obrero con helados elaborados a partir de recuerdos.
Helados como Es Fiesta Mayor. Tal como nos comenta, “Antes la fiesta mayor de Poblenou se celebraba sobre todo en La Rambla y la calle Llacuna. Es el lugar donde se instalaban las paradas de feria y las churrerías. En el formulario de Mamá Heladera un cliente tituló su recuerdo como Es Fiesta Mayor. Como otros muchos vecinos, describía el intenso olor a churros que se desprendía en toda la calle durante esta celebración. Por esta razón decidimos hacer este helado con churros. Las manos llenas de azúcar, el crujir perfecto del primer mordisco... y esa sensación de que la fiesta no podía empezar sin ellos está muy presente en el helado.”
Los churros son de la churrería Las Palmeras, de la calle Marina. A Josep Casals, el churrero, le pareció tan buena la idea que sirve el helado junto con su popular chocolate a la taza con la receta de su abuelo.
Sorbete de cereza de Gelato Collection. La perfumería como referencia
En Gelato Collection (Barcelona), Albert Adrià y Alfredo Machado buscan paralelismos entre la heladería y la perfumería. No en vano, el nombre de “Collection” expresa la voluntad de crear un banco de recetas numeradas, al que regularmente se irán incorporando nuevos sabores. Sus helados tienen mucho sabor y olor, lo que les ha llevado a definirlos como “nasales porque producen un retrogusto al llegar al paladar. Cuando te lo comes hueles los aromas”, comenta Adrià.
La cereza es una de las referencias que representa mejor la primera etapa de Gelato Collection, que el próximo julio cumplirá su primer año de vida. Lo importante ahora es que “el público se vaya familiarizando con las propuestas del establecimiento, por lo que tendrá más protagonismo el producto de temporada como los sorbetes de albaricoque o cereza. En el caso de la cereza se compra en el mercado de la Boqueria cuando se encuentran en su momento justo de madurez para obtener el máximo sabor. La cereza es una opción refrescante que captura la esencia de la primavera y el verano en cada bocado”, añaden.
Berlinas con crema pastelera de Juan José Orueta. Un poco de historia chilena
El variado recetario dulce de Chile es el punto de partida de helados muy particulares de La Obra de Juan José Orueta en Curicó. Helados que se inspiran en la torta curicana, las berlinas con crema pastelera y la sandía con harina tostada, y que encierran historias de diferentes comunidades del país.
Nos centramos aquí en las berlinas con crema pastelera. Este bollo llegó a Chile procedente de la inmigración alemana del siglo XIX y originalmente se rellenaba con mermelada, crema o manjar (dulce de leche). Rápidamente se transformó en uno de los postres favoritos en celebraciones varias.
“Mi propuesta es un pequeño homenaje a uno de los dulces tradicionales más emblemáticos de nuestra cultura repostera para llevarlo a la heladería. Un homenaje que parte del interés profesional por el producto y también, por qué no, de mi afición a la combinación entre este tipo de bollo y el helado”, asevera.
Aiko, el helado triste de Fernando Alberdi. Dedicado a la princesa que no sonríe
¿Quién dice que los helados solo pueden transmitir alegría y felicidad? ¿Por qué la tristeza no puede ser el trasfondo de una nueva creación? Fernando Alberdi, el heladero de Dona Doni (Guetaria), demuestra que es posible a través de un helado inspirado en Aiko, la hija del emperador Naruhito de Japón que nunca llegará a emperatriz por su condición de mujer. “Se dice que este helado tiene el poder de sumergir a quien lo pruebe en una profunda tristeza, pero también en una catarsis emocional que podría sanar viejas heridas”, argumenta el chef.
Para transmitir tristeza, se ha rebajado su dulzor por debajo del parámetro corriente de POD en los helados de Fernando Alberdi. En su composición se han introducido ingredientes de inspiración japonesa como la cereza, a partir de un licor que se elabora en el Valle del Jerte. Como edulcorante se ha agregado miel de caña, que acompaña a otros azúcares más técnicos como la glucosa y la dextrosa, así como la fibra vegetal que también actúa como endulzante. También lleva berenjenas como ingrediente principal en la aportación del sabor. “Esto es así porque se sabe que a la princesa le gusta cultivar hortalizas y, entre ellas, la berenjena en los jardines de palacio”, agrega.
Curuba y romero de Paula Andrea Giraldo Escobar. Técnicas ancestrales colombianas
Hace mucho tiempo, antes de la entrada en escena de la tecnología del frío, los campesinos de ciertas zonas de Colombia y Ecuador elaboraban un helado con vasijas de paila, hielo y sal. Paula Andrea Giraldo aprendió dicha técnica, que aún persiste en zonas como la ciudad de Nariño, y decidió poner su granito de arena para recuperarla. En Colombia fundó la empresa Helado de Paila de mi Pueblo para divulgar y contar la historia de la técnica y de los ingredientes empleados. “Cada ingrediente, cada historia y cada experiencia que compartimos son hilos que tejen un tapiz cultural rico y significativo”, asegura.
En este helado emplea una de las frutas más deliciosas y exóticas de la familia de las pasifloras y del país, la curuba. “Son razones que nos llevaron a incorporarla a nuestra carta de sabores más especiales dentro de las experiencias que ofrecemos. En combinación con la leche, la fruta adquiere un dulzor cremoso irresistible. Además, el toque final del romero aporta un interesante aroma que redondea su sabor”, confirma.