Según el Gremi de Pastisseria de Barcelona, este 2017 los catalanes comerán cerca de 700.000 monas artesanales (unas 480.000 en la demarcación de Barcelona), un 2% más que el año pasado. Las ventas, que antes se repartían durante los días de Semana Santa, ahora se concentran en el domingo y lunes de Pascua.

Las monas de autor con formas de animales, el Barça y Ladybug, los Trolls, la Patrulla Canina, las muñecas Gorjuss, Pokemon o Star Wars serán las protagonistas de los esparates de las pastelerías de la ciudad condal y provincia. Y como pasa con otras piezas artesanas, seguirán nuevas tendencias como la de reducción de azúcar, respondiendo así a la preocupación generalizada por disminuir el consumo de azúcar y grasas y a la preferencia por sabores menos dulces.

En una mona de pastelería, recuerda el Gremi, se invierten más de tres horas de trabajo de media, entre crear los moldes o tallar los patrones, trabajar el chocolate, unir las piezas, pintarlas y decorarlas con figuritas. Como apunta su presidente, Elies Miró, "no competimos con la mona industrial del supermercado, sencillamente ofrecemos un producto diferente: con chocolate de calidad, mucho más saludable, artesanal y con diseños exclusivos".