Hace veinte años, Bubó abrió sus puertas en el corazón del barrio del Born de Barcelona con el propósito de reinterpretar la pastelería desde una mirada contemporánea, donde la técnica, la estética y el sabor convivieran en armonía. Desde entonces, su obsesión ha sido ofrecer una experiencia dulce que emocione, sorprenda y respete el producto.
El emblemático establecimiento organizó un encuentro privado el pasado 23 de octubre para celebrar este aniversario, compartiendo sabores y recuerdos, y brindando por el pasado, presente y futuro.

Filosofía de negocio
No es fácil para una pastelería artesana mantenerse en el tiempo en un sector que evoluciona tan rápido. Para lograrlo, Bubó ha desarrollado nuevas técnicas, ha revisado recetas clásicas con un lenguaje actual y ha explorado tendencias sin dejarse arrastrar por ellas. Y lo más difícil, ha sabido mantener la coherencia y ser fiel a su esencia.
A nivel de materia prima, colabora con Original Beans, una marca de chocolate de origen sostenible. Trabajar con sus cacaos finos de origen le permite garantizar no sólo un sabor excepcional, sino también una trazabilidad ética y una conexión directa con comunidades productoras que protegen la biodiversidad.

En 2016, Bubó dio un paso decisivo hacia la internacionalización con la apertura de su tienda de Bubó Barcelona en Tokio. Ahí empezó la reafirmación de su proyección global y su conexión con públicos diversos sin perder autenticidad.
Actualmente hay dos pilares fundamentales para el buen funcionamiento de Bubó: Ernest Ametller, director de arte, e Ikram Ul Hassan, jefe de obrador.
