La semana pasada se celebró en Vitoria-Gasteiz la primera edición del Campeonato de Pintxo Dulce, una iniciativa impulsada por Lorena Gómez Martín, fundadora de Amari Cacao, en el marco del MINIATURE Pintxos Congress.

El evento, que reúne anualmente a los mejores cocineros de pintxos, tapas y cocina en miniatura a nivel nacional, incorporó por primera vez una categoría dedicada exclusivamente al dulce, con gran éxito de participación y acogida.

Foto de grupo

El equipo asturiano formado por Alberto Díaz (director) y Teresa Rovira (alumna) de ITEPPA (Instituro técnico de la Pastelería y Panadería Asturiana) se alzó con el primer premio gracias a Seronda, un pintxo dulce que rinde homenaje a los sabores más característicos del otoño asturiano. La creación ganadora está compuesta por una base de sablé bretón, cubierta con una fina capa de crema de avellanas tostadas, un babá empapado en sidra de hielo Cortina y un interior de manzana asada con Miel IGP asturiana. La pieza se corona con una ganache montada de avellana y dos pieles de avellana tostadas que potencian su sabor, emulando en su conjunto la forma de una avellana.

Alberto Díaz y Teresa Rovira, de ITEPPA, los ganadores del concurso

A la final de esta competición inédita llegaron representantes de seis comunidades autónomas diferentes: Aragón, Extremadura, La Rioja, Asturias, Catalunya y Castilla y León. El jurado, compuesto por reconocidos profesionales del sector como Angélica Locantore, Víctor de Castro, profesor del máster de pastelería en Basque Culinary Center, y Altzol Zugasti Arizmendi, otorgó el segundo premio al equipo compuesto por los catalanes Marc Rodellas e hijo, y el tercero a la escuela Cetece (Centro Tecnológico del Cereal) de Palencia.

Seronda, el pintxo ganador

"Nos hace mucha ilusión, porque no contábamos con ello", aseguró Alberto Díaz tras recoger el premio. "Queríamos hacer algo que representara a Asturias y sus maravillosos productos. Hablar de Asturias es hablar de manzana, avellana, sidra y miel". El pintxo cumplió con todos los requisitos del concurso: poder cogerse con las manos y comerse en uno o dos bocados, trabajar con ingredientes autóctonos de cada región, tener una coherencia conceptual y, por supuesto, estar delicioso.

Por su parte, Lorena Gómez Martín, asegura que el objetivo es "poner la gastronomía dulce de Euskadi al mismo nivel que la gastronomía salada de la región". También confirma que ya se está preparando la segunda edición para el próximo año, con nuevas actividades dulces que enriquecerán el evento.