A principios de septiembre, Irene Iborra (Mamá Heladera) realizó un taller y cata de helados dirigido a la marca de perfumes Eurofragance en Sant Cugat del Vallés (Barcelona).

Esta iniciativa surgió a raíz del contacto con Irene Gispert, perfumista de Ainea. “La conocí durante mi participación en la ruta modernista de Sitges. Fue ella la que me presentó al equipo de Eurofragance, a quien le encantó el concepto de Mamá Heladera, de helados inspirados en recuerdos. Y me dijeron que ahora está muy de moda utilizar aromas de helados en los perfumes”, explica.

Un momento de la cata

En el evento, además de la cata clásica que acostumbra a hacer enfocada en aromas y percepción de sabor, quiso ir un paso más y presentó las teorías de François Chartier de sinergias moleculares “para que pudieran coger ideas de todo lo relacionado con el mundo de la gastronomía aplicada a los perfumes”, asegura.

Durante la cata, Irene experimentó “con la canela para que vieran que el 80% del sabor es aroma. Pimienta blanca y cardamomo verde para que compartieran sus recuerdos y se dieran cuenta de cómo la historia puede modificar esa percepción de los recuerdos. Un helado de chocolate al 66%, 85% y 66% para constatar cómo se modifica el sabor. E incluso uno de garbanzos para demostrar que una nota no usual puede también despertar recuerdos bonitos en una persona”, concluye.