Mauro Petrini ha fallecido y con él se va una figura histórica de la heladería italiana muy ligado a competiciones como la Copa del Mundo de Heladería, con ganas de transmitir conocimientos a través de escuelas prestigiosas como la de Carpigiani y Alma, y con gran implicación en el negocio en Roma fundado por su abuelo, Gelateria Petrini, que hoy sigue en manos de su hijo Dario.

Tras el anuncio de su muerte, son muchas los profesionales relevantes sector que han manifestado el dolor por su pérdida.

Es el caso, por ejemplo, de Luciana Polliotti, una periodista gastronómica histórica y miembro fundador de la Copa del Mundo de la Heladería, que se ha centrado en la calidad humana de Petrini. “Era un hombre inteligente y culto, que dejó la ingeniería por el pequeño mundo del helado artesanal. Un pequeño mundo que amó profundamente y enriqueció con su vivaz inteligencia creativa. Nunca se echó atrás ante iniciativas, cuanto menos, arriesgadas para la época en que se propusieron: desde la Copa Mundial del Helado hasta el Gelato in tavola, también conocido como el Buontalenti d'oro. Y Mauro, a pesar de su gran éxito internacional, nunca abandonó su hermosa heladería en la Piazza dell'Alberone de Roma, donde su hijo Darío continúa su trabajo con la misma inteligencia, pasión y sonrisa inolvidable”.

También Sergio Colalucci, Sergio Dondoli y Giancarlo Timballo que le dieron el título de ingeniero del helado porque “habíamos comprendido que tú, junto a unos pocos heladeros italianos visionarios, eras capaz de hablar de balance en tiempos aún lejanos, cuando nadie conocía bien la materia y el helado se elaboraba siguiendo las recetas heredadas o las indicaciones de las empresas de semielaborados. Tu grandeza, sin embargo, residía en que no presumías, y te salía natural dar consejos importantes a todos sin ningún problema. Tan grandes como tú había pocos, y quizá por eso nosotros cuatro, gracias a tu alto nivel, conseguimos mantener una relación muy intensa con Carlo Pozzi y Luca Caviezel. Nos entendíamos y nos respetábamos sin ningún interés, solo con el placer de aumentar nuestros conocimientos”.