Quim Capdevila, chocolatero histórico de Vic, falleció el pasado lunes 20 de enero a los 88 años.

Hijo y nieto de pasteleros, con 15 años aprendió el oficio en un establecimiento de Terrassa mientras estudiaba, y con 20 viajó a Suiza para seguir formándose y realizar prácticas en chocolaterías de Zúrich y Basilea.

Impulsor de la Asociación de Pasteleros Artesanos de Osona y Ripollès, cofundó en el 2001 la Fundación para la Alimentación, Nutrición y Gastronomía Sostenible Kabk’Uh, comprometida con la recuperación de variedades autóctonas de cacao.

Capdevila también destacó por ser el primer pastelero vigatano que elaboró bombones de chocolate y que introdujo una pastelería innovadora tanto en su obrador Bombons Capdevila como en la pastelería de su familia, La Lionesa de Vic.

A lo largo de su vida, recibió numerosos premios y demostró un gran activismo político, así como un gran compromiso con la cultura y la sociedad.

Algunos destacados chefs han querido despedirse de Capdevila a través de sus redes sociales con mensajes llenos de emoción. Es el caso, por ejemplo, de Ramon Morató que contó con él como único prologuista de su libro Chocolate y que le da las “gracias por brindarnos tu generosa amistad y darnos tantas lecciones de vida. Espero reencontrarme contigo pronto para poder explicarte mis sueños y proyectos en esas charlas mágicas y compartir juntos un ron y un buen chocolate. ¡Vuela alto amigo, te queremos!”. Del colectivo Taula Dolça que lo define como un “referente indiscutible del sector pastelero y chocolatero y para todos nosotros. Gracias por tanto”. O de Enric Rovira, que siempre “me acordaré del día que mi padre me llevó a su obrador de monas de chocolate. Diseños innovadores que casi no recordamos, pero que sin duda contribuyeron a abrir nuestro camino. DEP camarada”.

Desde DPAS nos sumamos al pesar de todo el sector y trasladamos nuestro más sincero pésame a familia y amigos.

Foto portada: IG del colectivo Taula Dolça ©Adrià Costa