El pasado 22 de abril representantes del Gremio de Pastelería de Barcelona, encabezados por el presidente Joan Turull, entregaron al presidente de la Generalitat de Cataluña, Pasqual Maragall, el tradicional pastel conmemorativo de Sant Jordi. La tarta, llamada Flor de Primavera, fue elaborada por los artesanos de la Escuela de Pastelería Oriol Tous y Sergio Vela, que también acudieron a la recepción de Pasqual Maragall junto al patio de los naranjos del Palacio de la Generalitat.
La tarta estaba compuesta por un bizcocho de nuez y miel, un cremoso de naranja y una mousse de chocolate. Todo recubierto con un baño de chocolate con leche y decorado en los laterales con placas de chocolate negro al plástico. Sobre la tarta, como elementos decorativos, los dos pasteleros colocaron una serigrafía de la mascota “Queta” diseñada por la Generalitat para promover el uso del catalán, dos serpentinas de chocolate negro y un poco de oro. Por último, acompañaremos el pastel con tres rosas de caramelo y una placa de caramelo Isomalt de 50 centímetros de alto con un dibujo de Sant Jordi y el dragón pintado con aerógrafo.
Esta tradición nació a raíz de las tartas que el Gremio entregaba por Sant Jordi al entonces presidente de la Generalitat Jordi Pujol. Tras veinte años al frente del gobierno catalán, Pujol se retiró pero la tradición pervivió como una manera de homenajear al presidente.
Tras el Gremio de Pastelería, Pasqual Maragall recibió a los representantes del Gremio de Panadería de Barcelona, que le entregaron un montaje panadero con la bandera catalana como eje central.