De origen belga, este ingeniero comercial ingresó en las filas de Google y desarrolló buena parte de su trayectoria profesional bajo el paraguas del gigante tecnológico, primero en la central europeo de Irlanda y luego en su sede central de San Francisco. Precisamente ahí es cuando descubrió y se quedó fascinado con la panadería Tartine de Chad Robertson, el gran gurú mundial del pan con masa madre.
Tiempo después, con ganas de dar un giro a su vida y de emprender un negocio propio, pasó un mes entero en París para trabajar gratuitamente durante todos los turnos en una panadería. Tras la inmersión, abrió en 2018 Origo Bakery en Barcelona con apenas tres panes, sin amasadora ni otros equipamientos básicos, y con una clara apuesta por la masa madre y las harinas ecológicas de proximidad. Hoy en día, Origo ha crecido y ya cuenta con dos establecimientos en la ciudad condal, 44 empleados, bollería y café de especialidad.