Tras una disputada final con más de 75 participantes, el cocinero asturiano Rodrigo Roza Vigil, de la Taberna del Zurdo de Oviedo, se ha hecho con el primer puesto en la tercera edición del Concurso Nacional de Pinchos Ciudad de Valladolid, que se celebró del 15 al 17 de octubre. La tapa ganadora, que se comercializará en nueve locales vallisoletanos, fue el Guiso de langostinos con pan de oro y ensalada de aromas, que el jurado (formado p or acreditados cocineros y personajes vinculados a la gastronomía y presidido por el cocinero madrileño Pedro Larumbe) quiso destacar por su gran base tradicional, llena de sabores y aromas.
Por otro lado, el segundo premio, dotado con 3.000 euros, ha recaído en el pincho Pollo de corral con aromas de campo, elaborado por Carlos Valentí, de El Puerto de Pozuelo, en Pozuelo de Alarcón (Madrid). Asimismo, el tercer premio lo ha obtenido el pincho Hamburguesa de pulpo, realizada por Jorge García Fernández, que regenta el Mesón de Alberto, en Lugo (Galicia).
No fueron estos los únicos pinchos reconocidos, ya que el jurado decidió entregar tres accésit: al pincho más tradicional, para la Casona de Argual, de Los LLanos de Aridane (Canarias); al más vanguardista, para el Café Rioja de Calahorra; y a la diversión y fantasía, para Juan Antonio Díez Angulo, del restaurante Mely, de Somo (Cantabria).
Al margen del concurso, Valladolid acogió la primera edición de la Asamblea Internacional de la Tapa, que ha establecido siete reglas en la denominada Declaración de Valladolid, firmada por 86 asistentes y que ha surgido para defender la tapa española. En este manifiesto se destaca que la tapa es española y universal, es un estilo de vida, es una idea y evoluciona, es producto y método, es gastronomía, y es infinita puesto que “todo está por hacer”.