La recién publicada Guía Michelín España y Portugal 2008 no ha deparado grandes cambios en el panorama gastronómico español. Y es que en esta edición no ha habido un gran número de nuevas estrellas y la lista de restaurantes con la máxima calificación se mantiene en seis. Así, destaca de forma especial la segunda estrella concedida al Àbac, que acaba de trasladarse a la avenida Tibidabo de Barcelona y que está dirigido por el chef Xavier Pellicer.
Los restaurantes que alcanzan su primera estrella Michelín son Comerç 24 (Barcelona), Els Casals (Sagás), Massana (Gerona), Yayo Daporta (Cambados), Kokotxa (San Sebastián), Kursaal (San Sebastián), Arrop (Gandía), Azurmendi (Vizcaya), El Club Allard (Madrid), Calima (Marbella), Retiro de Costiña (La Coruña), Villena (Segovia), El Molino de Urdaitz (Navarra) y Ramiros (Valladolid). Además, el restaurante Lluçanès mantiene su estrella a pesar del traslado desde Prats de Lluçanès a Barcelona. En total, son quince nuevas estrellas.
Por otro lado, nueve restaurantes han perdido este reconocimiento: el antiguo Jean Luc Figueras, ahora Kresala (Barcelona), Carballeira (Lérida), Posada Real (Palencia), Aldebarán (Badajoz), Koldo Royo (Mallorca), Gallery Paladares (Gijón), Casa d'a Troya (Madrid), Mesana (Marbella) y Chez Víctor (Salamanca). Con todo esto, España cuenta con un total de 146 estrellas Michelín, de las cuales 48 se encuentran en Cataluña y 22 en el País Vasco.
La poca generosidad de los doce inspectores de la guía en España contrasta con la profusión de estrellas que han entregado los encargados de realizar la primera guía de restaurantes de Tokio. Y es que en su primer año, la capital del país nipón ha concentrado 191 estrellas Michelín, convirtiéndose con diferencia en la ciudad más laureada. Al menos, dos de esas estrellas han ido a parar al restaurante Sant Pau que Carme Ruscalleda abrió hace tres años en Tokio, un reconocimiento que la convierte en la mujer más “estrellada” del panorama gastronómico.
Y si el caso de Tokio llama la atención, qué decir de la guía publicada en Alemania, que ha encumbrado con tres estrellas a otros tres restaurantes, elevando a nueve el número de restaurantes con la máxima distinción en este país, aunque no es un referente de la gastronomía mundial. Una polémica que los responsables de la guía han aplacado criticando que no hay suficiente regularidad en los restaurantes españoles.